martes, 5 de julio de 2016

¿El fin del conflicto armado en Colombia?


El pasado 23 de junio se llegó al acuerdo bilateral de cese al fuego entre el gobierno y las FARC, lo que equivale al fin de la confrontación armada, la trascendencia de este acuerdo, es que se llega al fin de lo que por más de medio siglo, ha regido la historia, colombianos de diversas tendencias políticas y económicas se han enfrentado, dejando destrucción, desplazamiento y muerte, sin que mediara acuerdo alguno. Pese, a existir procesos de paz desmovilizaciones y entrega de armas de diversos grupos armados. 

La importancia de este acuerdo se centra, en que nunca más se usaran las armas para defender ideas, o eliminar al adversario político o peor aún utilizar las armas del Estado para eliminar la diferencia o al contradictor político. Esta garantía sin duda, la da la participación de la Comunidad Internacional, representada en los países garantes y acompañantes, respaldados por la ONU.

Si bien, este proceso representa un gran salto para la existencia de la paz en el país, es incompleto si se tiene en cuenta que la segunda guerrilla más antigua el ELN, no ha pactado ningún acuerdo con el gobierno que implique un verdadero cese bilateral del fuego, esto representa la continuidad de los enfrentamientos armados en diversas regiones, lo que puede llevar a que el ejército argumente operaciones en contra del ELN, sin que se trate de esta guerrilla, o como ha ocurrido se culpe a una u otra guerrilla de hechos propios de la guerra, lo que puede llevar a poner en duda el cese bilateral y genere desconfianza al interior de la sociedad o el estancamiento de los diálogos.

Por otro lado, la existencia del paramilitarismo que opera en casi toda la geografía nacional, sin que desde el Estado se tomen medidas ciertas para acabar definitivamente con este fenómeno. La existencia de estos grupos que continúan con su accionar delictivo, y entre otras cosas se opone a la restitución de tierras a sus verdaderos dueños, puede dar al traste con los acuerdos pactados.

Sin olvidar el papel que ha jugado la ultraderecha que además se ha beneficiado del despojo de tierras que utiliza los medios del Estado para instigar en contra de la restitución y de los acuerdos en la mesa de La Habana, esto puede significar un apoyo a la continuidad de la guerra.

Pues, aunque los acuerdos resultan excepcionales, la historia de Colombia nos ha demostrado lo contario, o sino como se explica acontecimientos como el caso del partido político Unión Patriótica u otros procesos de paz, sin que sea necesario hacer mención. 

A esto, se agrega, las nuevas leyes que se han aprobado desde el Congreso y que cuentan con el visto bueno del gobierno; como el nuevo código del policía, que cierra la participación en la plaza pública, es decir, no podrán existir paros, manifestaciones en las vías, tomas pacificas de tierras, lo que equivale a no decir nada y aceptar las medidas que tome el gobierno así vayan en contravía de la ciudadanía so pena de perder la libertad, el allanamiento a residencias sin una orden o las detenciones arbitrarias sin que exista orden, esto nos recuerda el estatuto de seguridad del gobierno Turbay que incentivo la guerra, con un saldo trágico de desapariciones forzadas.

Para garantizar que no haya desobediencia está el ESMAD, por ello, el gobierno anuncio su crecimiento, a pesar, de ser denunciado por la violación a los derechos humanos, por el exceso de fuerza desplegada contra ciudadanos indefensos.

Es de entender, como lo ha anunciado la insurgencia; renuncian a las armas pero no a las reivindicaciones políticas y sociales, estas se deben defender en la plaza pública donde se convoque a la ciudadanía. Es decir, la protesta se traslada del campo a la ciudad, lo que implica según el gobierno que debe haber más pie de fuerza en la ciudad, tal vez para sofocar brotes de inconformismo, o por incumplir lo pactado, como suele suceder en el país del sagrado corazón.

Una pregunta final realmente el último día de la guerra fue el 23 de junio, cuando el gobierno anuncia que arreciará contra el ELN, con toda la artillería, que pasa con las poblaciones que son el teatro de operaciones, este es el mismo escenario.