domingo, 24 de julio de 2016

“Queremos agua, tenemos sed, queremos comida” estas fueron las primeras consignas que marcaron la historia de Francisco Gonzáles o Pacho Chino y definieron su militancia.



Francisco Gonzáles comandante guerrillero, formado al calor de la lucha callejera; en una charla informal con el Grupo Quimera, nos comparte como fueron sus inicios, las motivaciones que lo llevaron en el año 77, a levantarse en armas contra el Estado. Pese, a ser militante activo de la JUCO, desde muy temprana edad entendió la importancia de la lucha armada para propiciar los cambios que requiere la sociedad y el Estado. Esa misma concepción política es la que hoy espera seguir construyendo en un partido político surgido a partir de la firma de la paz.

El Grupo Quimera agradece su disposición por abrir sus espacios y compartir algunas de sus vivencias, su concepción subjetiva y objetiva lo que hacen de su relato único, aunque, los eventos narrados se refieren a acontecimientos colectivos de la comunidad a la cual pertenece nos permite conocer un poco de su historia personal.

¿Quién es Francisco Gonzáles?

Me defino como un colombiano que quiere ayudar a su pueblo a defenderse y a luchar no tengo ninguna aspiración personal, solo si alguien me dice o el pueblo o alguna comunidad me pide mi colaboración ahí estaré, si me siento invitado para algo, pero si veo que puedo colaborar en algo aunque no me inviten igual ahí estaré.

¿Cómo fue su primer encuentro con la realidad social y política del país?

Pasaba en un bus y vi una montonera de gente, gente que gritaba me pareció que era como revolucionario, me llamó la atención y me baje, me metí a averiguar qué era lo que pasaba me fui metiendo y encontré que había una invasión, la gente luchando por tierra, yo no sabía de eso, pregunte qué era eso, había un poco de gente que se había alojado en distintas partes habían armado como un cambuche de plástico, pregunte quien dirige y no encontraba quien me respondiera. Yo tenía 16 o 17 años.

Me metí y me puse a voltear por ahí hasta que me encontré a una muchacha que gritaba “arriba y abajo tierra para los campesinos, tierra para los destechados”, le pregunte a ella quien dirigía y estábamos en esas cuando llegó el ejército, se tomó todo, a los lados establecieron un cordón y quedamos todos metidos en ese hueco, al momentico llegó otra hilera de policía, se bajaron e hicieron otro cordón no quedo lugar por donde salirnos.

Entonces le pregunte a la muchacha quien dirigía y ella comenzó a buscar y no vio a nadie de los que dirigían, yo le dije que sino había nadie pues dirigiéramos, porque que hace aquí esa gente sin orientación, nos pusimos con ella, de pronto llegó un muchacho que era estudiante de la universidad del Valle, le dije hagamos algo.

La gente empezó a decir aquí tenemos niños, ancianos y mire que están golpeándolos, lo que tenemos que hacer es organizar la población para que se defienda, no podemos dejar que la maten y la atropellen; entonces hicimos una reunión para organizarnos mejor, al otro día, comenzamos aguantando hambre, no había comida. Los niños aguantando hambre, los ancianos se iban a ir porque no había comida.

Comenzamos una consigna “queremos agua, tenemos sed, queremos comida” y la gente de los barrios vecinos empezaran a aportarnos, se juntaron yo creo que eran más de 10 mil personas, nos cogió la noche y comenzó esa creciente de gente esos ladrones esos bandidos que nadie quiere el lumpen, atravesaban por medio de la policía de noche con agua con comida con arroz a llevarnos a nosotros, eso me llamó poderosamente la atención, la solidaridad de la gente más lumpen más despreciable con las necesidades de la otra gente.

Después de eso se vino una ofensiva del ejército terrible como a las 5 de la mañana nos cogieron a todos, yo caí preso, tenía 17 años, eso a mí me marcó, dije esto no puede seguir así, hay que cambiar, yo pertenecía a la Juventud Comunista, pero no estaba conforme como los jóvenes comunistas dirigían las luchas, luchas bailando, uno no puede dirigir un cambio social bailando y no era contrario a mí, porque yo iba a bailar viernes, sábado, domingo y lunes. Entonces empecé a pensar en serio porque yo era militante de la JUCO, y pensé que había que pelear.

¿Esos fueron sus inicios en la guerrilla o su iniciativa hacía otra forma de lucha?

No, yo creo que fue como el inicio de una toma de decisiones mía como revolucionario, porque ya era miembro de juventud comunista casi desde la edad de los 15 años, asistía a las reuniones de la juventud comunista como por pasar como que quería parecerme a cualquier revolucionario que iba a luchar como un esnobista.

¿O por qué era la coyuntura?

La coyuntura estaba llena de condiciones particulares como la represión de Pastrana, como el robo de los votos de Rojas Pinilla, como el paro cívico que se dio en el 77, pero antes hubo otro paro que no fue tan importante como el del 77, esa situación me llevó a mí a pensar en serio, pero estando en la juventud comunista, yo lo manejaba como de una manera folclórica como que no me daba mayor importancia, pero cuando yo vi, esa situación de los destechados, no solamente la situación sino la manera como se trataba a la gente, fue cuando reflexione sobre la madurez, sobre la solución que debería buscarse de haber un cambio más o menos fue una aptitud de maduración.

¿Esas fueron las condiciones subjetivas u objetivas?

Yo creo que fueron las condiciones que a mí me maduraron porque antes ya era simpatizante de la revolución es más, estuve en la juventud comunista me aislé sin preocupación sin ningún grado de responsabilidad no sentía ningún compromiso aunque tenía simpatías, hasta que decidí que había que poner los pies en la tierra y pensar lo que realmente quería.

¿Esa madurez política se da por qué hacía parte de esa comunidad o sentía que era su deber ayudar?

Era el cumulo, ya habían otras manifestaciones de crisis social, política y económica pero no habían soluciones, no las había visto, no había visto la fuerza de cómo se expresaba el Estado contra su propia comunidad, vi lo despreciable del Estado su falta de relación con los problemas de la comunidad y como trataba a esa pobre gente. A partir de ahí empecé a pensar más en serio y a profundizar sobre el por qué, quienes eran los que dirigían ese Estado, qué era lo que ofrecían los revolucionarios y por qué era importante que los revolucionarios lograra algo, me di cuenta que el gobierno era una junta que dirigían para sus propios beneficios. Entonces recurrí a investigar más en serio sobre quién era Marx, Lenin sobre la experiencia Rusa, la cubana sobre otras experiencias me fui nutriendo y luego dije me voy para la guerrilla, el método que tenemos que desarrollar tiene que ser distinto, mayor decisión, mayor disponibilidad de sacrificio con los objetivos que hay que trazarse para un cambio social, fue el núcleo importante que vi que estaba haciendo algo, los demás me parecieron muy faltos de sinceridad.

¿En la década de los 70 80, se ingresaba a la guerrilla por una cuestión coyuntural, la revolución que estaba exportando Cuba y Centro América, eso influyó en su toma de decisiones?

En realidad no tuve la influencia o la simpatía que sentí o pensaban los jóvenes por la propaganda del Che Guevara o de la revolución cubana, más bien sentí la experiencia de lo que pasaba alrededor mío, por ejemplo la experiencia de la gente que reclamaba un techo para vivir, tuve el pasaje del paro cívico nacional, donde hicimos una experiencia con jóvenes donde participábamos con un grupo de gente y comenzó a salir a la calle la gente comenzó a luchar hicieron barricadas, comenzó una lucha por mantenerse haciendo la protesta contra el gobierno de un momento a otro comenzó la policía y el ejército a reprimir brutalmente a la gente. Nosotros armamos una especie de guerrilla comenzamos a armarnos en comandos en grupos jóvenes que íbamos y atacábamos a la policía por un lado otros por el otro, peleamos y quemamos llantas, hostigamos a la policía para que no agrediera a la población. Ese despliegue comenzamos hacerlo en media ciudad.

¿En qué ciudad fue y en que año?

En Cali en el 1977, vi que eso se podía, encontramos la manera de cómo se podía hacer una lucha los jóvenes se organizaron responsablemente íbamos y volvíamos a pelear en esos comandos y nos solidarizábamos encontramos que había que abastecer, todo esto fue de manera espontánea tanto que después reflexionábamos en qué momento se nos ocurrió eso que teníamos que abastecernos pero lo hicimos.

¿Esa idea de organización la adquirió cuando estuvo en la juventud comunista?

No, porque eso no se da en la juventud comunista, se da en la lucha callejera. ¿Era lo mismo que se planteaba la juventud comunista?  Lo tradicional de la juventud comunista era estudiar leer los diarios de la voz, discutir los editoriales, plantearnos tareas de finanzas, leer el periódico, pegar carteles y ese era el tipo de lucha, participar en una que otra manifestación, pero cuando fuimos a la lucha, en el paro cívico fue otra vez el encuentro con las luchas con las masas, con la gente que estaba siendo agredida en el fondo lo que encontramos ahí, fue cómo defender a esa población que estaba siendo agredida, pero no solo encontramos esa población sino que nos dimos cuenta que los muchachos eran afectos a eso, a defender esa población, muchos de esos jóvenes no eran comunistas, pero querían defender a esa población que estaba en las barricadas, que entre otras cosas, esa gente no peleaba se defendía de los garrotazos que les lanzaban con los bolillos o con bombas o los gases lacrimógenos, nosotros hicimos que ese paro se extendiera sobre esa región durante 3 o 4 días más.

¿Considera que esas fueron sus motivaciones para ingresar a la guerrilla?

Yo lo que encontré allí que habían maneras de cómo llevar a la gente al éxito de las luchas que se proponían, después de ese paro uno o dos meses por mi propia cuenta hice contacto con un amigo que sabía que era guerrillero, le pedí ingreso, le dije que no veía que nadie más apoye este tipo de lucha sino la guerrilla y decidí ingresar. Desde 1977 hasta esta fecha.

¿Qué anécdota le gustaría compartir, que lo ha marcado de su militancia a parte de su formación política e ideológica, su vida en el campamento?

En la guerrilla hemos hecho multitud de acciones militares, multitud de acciones organizativas en la región, hemos podido defender los intereses de los pobladores y lo que a mí me ha marcado es la absoluta entrega de la defensa de los intereses de la población, defendiendo los intereses que descubrí en ese tipo de lucha. En ningún momento he sentido ninguna veleidad por lo que haya hecho, ni por lo no haya hecho, simplemente he querido estar al lado de esa población que quiere que se les reconozca que se les escuche, que se incorporé a la propia civilidad o a la misma vida de la nación, en particular no he tenido ningún otra particularidad.

¿Pero cuál ha sido esa particularidad de su militancia que quiera compartir?

Bueno sobre historia la experiencia guerrillera, una acción militar, pero jamás sabía que era no había participado, había visto películas pero no creía que iba a pasar, fuimos a la acción militar, íbamos con unos muchachos muy queridos por nosotros, esa noche se comenzó la pelotera, no sabíamos quien disparaba de aquí para allá ni de allá para acá. Yo nunca había disparado un tiro ni siquiera para entrenamiento, ahí murió un muchacho que era un buen amigo mío, era estudiante de la universidad del Valle, ahí nos tocó evacuar, era Ricardo Semillas el nombre de guerra, era un muchacho bastante ilusionado de la revolución de la guerra de guerrillas, salimos nos tocó aguantar 15 días de hambre, pescando en el río, teníamos una rasión de 15 frijoles en unidad para comer, cuando llegamos a la única parte donde teníamos comida un oso nos había desbaratado la comida y se la había comido, fue en ese momento que recuerdo en el que pensé que tenemos que aprender hacer la guerra, no podíamos seguir aguantando hambre con una tropa hambrienta, la moral en el suelo,  esa guerra nuestra no puede ser así.

¿Entonces?

Decidí que los próximos combates donde hubiera otro tipo de proyección militar, más definida, más junto a la población y si el sacrificio había que hacer junto a la población y así lo hicimos esa experiencia la vivimos en el Cauca, creo que son más de 14 años donde los muchachos del Cauca soportaron todos los esfuerzos del imperio norteamericano y del ejército colombiano metiendo 10 mil, 20 mil hombres y nos mantuvimos en ese territorio y nunca nos fuimos y ellos todavía estas ahí.

¿Considera que ha valido la pena?

Yo creo que si esos guerrilleros no se hubieran mantenido en ese lugar, nunca se hubiera reconocido las necesidades de esa población, ese sacrificio, de más de 14 años les ha valido para que el gobierno se interese en resolver los problemas de esas comunidades y en enterarse de que en el país hay un conflicto y que ese conflicto no se resuelve amenazando a nadie, porque detrás de ese campesino, allí está un guerrillero, que está recibiendo el respaldo de ese campesino y si todas sus políticas continúan siendo así ese campesino seguirá apoyando a ese guerrillero que está luchando por él, defendiendo sus intereses.

¿Sobre comunidades como la del Cauca se ha dicho que su poco desarrollo entendido en la construcción de infraestructura está relacionado con la existencia de la guerrilla y su asedio constante, qué piensa sobre eso?

Si se hace un análisis, se da cuenta que desde hace muchos años han existido combates en Corinto, Toribio, Tacueyó, Miranda, Caldono, Caloto, si se mira la población ha crecido cuando debería ser lo contrario, si se observa poblaciones como Toribio en 1970-80 no tenía ni carreteras hoy la carretera de Toribio es pavimentada y ahí está la guerrilla, si se observa como vivía la población en ese tiempo se observa que los indígenas vivían en casitas con techos de plátano o de palma y esos eran sus cambuches, ahí construían sus familias y las cocinas eran unas 3 piedras que colocaban a fuera de la casa, con una ollita, ahí cocinaban, vivían familias con hasta 7 hijos, en una casa que no tenía piezas muy bajita que no cabían ni ellos. Hoy tiene casas de zinc, tienes sus propias organizaciones se llaman cabildos y todos esos cabildos también nosotros empezamos a crearlos toda esa gente cambio sus relaciones entre ellos.

¿Considera que esa organización fue producto de qué?

Esto se dio cuando la gente comenzó a tener identidad propia, de que la organización comenzó a darles reconocimiento de sentirse como seres humanos, respetando sus derechos, no solo la guerrilla sino de ellos mismos.

¿Se ha dicho que toda la organización indígena del Cauca nace a partir de su propia concepción cultural?

Si, por supuesto nosotros hemos estimulado que el desarrollo cultural indígena tiene que ser propio y su identidad tiene que ser de ellos, sus aspiraciones e intereses deben surgir de ellos mismos, otra cosa es que haya habido distintos enfoques ideológicos o de izquierda, la participación de los distintos partidos políticos, pero nadie puede decir que esos sectores han sido atrasados, ahí un desarrollo en esas regiones y nadie puede decir que esas comunidades acogen a las FARC o le reconocen su autoridad sin tenerles temor,  sintiéndolos como sus amigos, tampoco vamos a decir que no hayan guerrilleros que han cometido algunos desmanes o tampoco vamos a decir que hayan gente en las comunidades que no los quieran, pero eso mismo define que las comunidades aun pensando distinto a nosotros pueden y conviven con nosotros, ellos saben que somos así y cuando tienen sus problemas, vienen donde los jefes guerrilleros y plantean sus problemas y alguna solución se encuentra, tanto así que ellos ahora tienen planteado un enfoque propio que nosotros no somos contrarios a eso, solo cuando nos agreden es que nosotros decimos conversemos que la situación no se resuelve agrediendo, ni siquiera contra el Estado, hay que resolverlo con el diálogo.

¿Cómo se imagina su etapa posterior a la firma del fin del conflicto?

Me imagino construyendo el partido político que quiera construir las FARC, ayudando al pueblo colombiano a estructurarse y organizarse en sus distintas formas pueda identificarse con sus propios intereses y pasar a exigirle al gobierno colombiano el cumplimiento de los acuerdos que hemos firmado en La Habana.

¿Tiene alguna aspiración política?

No, ninguna mi única aspiración política es poder hacer parte del pueblo en su construcción del partido.     

Gracias