lunes, 13 de marzo de 2017

¿Y después de dejar los fierros qué?



Esta debe ser la pregunta que por estos días y luego de empezar a entregar las armas los guerrilleros se hacen y las dudas no son infundadas, si tenemos en cuenta que las zonas veredales transitorias, deberían estar acondicionadas el 3 de octubre momento en el cual los guerrilleros iniciaban su marcha final hacia la vida civil.

Si bien, este hecho no fue posible por la negativa en el plebiscito y la renegociación de los Acuerdos, los guerrilleros iniciaron su tránsito hacia estas zonas en el mes de diciembre terminando como fecha límite del gobierno el 31 de enero. Donde se iniciaba el D+30, momento en el cual la ONU, ya había instalado los contenedores para empezar a recibir las armas, que serán custodiadas las 24 horas por personal especializado, donde solo ellos tienen los dispositivos con los que se abren.

Pese a esto, el gobierno demostró la ineficiencia propia del Estado con la adecuación de las zonas transitorias lugar, donde la guerrillerada se concentra para dar paso a la vida civil. En estos sitios es muy poco lo que ha cumplido, no solo en la construcción de infraestructura sino en el suministro de víveres y atención en servicios básicos como agua potable, saneamiento, servicios de salud y la presencia de entidades como la registraduria, ministerio de educación, entre otros, los cuales ya debería estar escolarizando al gran número de guerrilleros que requieren algún tipo de educación o profesionalizarse en algún oficio, que le vaya a servir para ingresar al sistema económico, es de suponer que no solo los cursitos que dicta el SENA en panadería y construcción son de utilidad, existen muchos otros oficios y profesiones donde se pueden desempeñar.

El problema que debe estar rondando a los guerrilleros es la ineficiencia del Estado y su falta de compromiso con lo acordado, si entregan los fierros, no hay forma de persuadir al gobierno, sin olvidar que Santos esta de salida con ello se quita el peso de encima y deja la implementación en el siguiente gobierno, los cuales vienen advirtiendo que modificaran los Acuerdos.

Si bien, este parece ser un problema grave, existen otras preocupaciones en los guerrilleros, las mismas que llevaron a muchos a empuñar las armas, como la pobreza y la miseria, factores que pueden obligar a estos guerrilleros a regresar al monte, o a buscar de forma individual su supervivencia, lo que se conoce como el ingreso al mercado del rebusque.

Acostumbrados a recibir de la comandancia los elementos esenciales como ropa, calzado, elementos de aseo, comida y atención básica en salud. Ahora se encuentran con la nueva realidad como la búsqueda de empleo, la capacitación que exige, lugar de vivienda, lo que implica pagar un arriendo, servicios, alimentación y educación para los hijos.

Estos factores pueden ser problemáticos para la mayoría de guerrilleros que no estuvieron acostumbrados al manejo de dinero, a tener un estado de gastos e ingresos y que ahora su estabilidad económica depende de cuánto dinero reciben por su salario y cuanto deben gastar. Sin olvidar, que desde ese mismo momento en que abandonan las zonas transitorias deben buscar un lugar de vivienda que no puede ser una carpa debajo de un árbol, cerca de un río o algo similar, sino un lugar digno aunque carente de comodidades.
Sino que por el contrario tiene que ser una vivienda, a la cual hay que empezar a dotar de elementos básicos como estufa, utensilios de cocina, cama, colchones y enseres mínimos con los que cuenta una familia pobre, los cuales no están provistos en el acuerdo.

La reincorporación de los guerrilleros depende no solamente del cumplimiento de lo pactado, sino que estos encuentren el vehículo adecuado para su ingreso a la sociedad en igualdad de condiciones sin ser discriminado ni estigmatizado. Pues, hasta ahora para el gobierno solo existe la preocupación de la entrega de armas y después qué.

Lo otro que tampoco sería entendible, es que solo un pequeño número léase comandantes o secretariado se reincorporen a la sociedad en mejores condiciones que el conjunto de los guerrilleros. Es decir, que tengan un empleo, salario, vivienda y prestaciones sociales, mientras otro grupo carece de lo más mínimo, del gobierno depende que se acabe de forma definitiva el conflicto o que solo un grupo pequeño deje las armas mientras las bases se preparan para reactivar la guerra.

Sin duda, estos son los cálculos de un importante sector de la sociedad la derecha y la ultraderecha que ven con preocupación que se les puede acabar el despojo de tierra, lo que los ha llevado a incrementar sus ingresos de forma desproporcionada o el robo que a diario le hacen al Estado.


Finalmente en la medida que el gobierno le de salida a estos temas se puede empezar a vislumbrar otro país, mientras tanto seguiremos en una tensa paz, muchos sino todos los guerrilleros van a encontrar que las condiciones que los llevaron a empuñar las armas siguen vigentes.